Railay -Tailandia // un paradise con un amplio menú de escalada, para quedarse por meses

Después de un largo viaje por nueva Zelanda y Asia, encontré este lugar digno de ser llamado «paraíso», todo un sueño de escaladores, formado por la perfecta combinación de agua turquesa, arena blanca y roca caliza, cubiertas de estalactitas formadas por una la milenaria gota mineralizada que pacientemente nos regaló la naturaleza. Macizos Erectos en medio de la jungla, y que junto a un fantástico jugo de frutas, forman este “play ground” en beneficio de la raza que gusta de la escalada.
Railay esta está en la punta sur de la ciudad de Krabi, al sur de Tailandia, donde puedes llegar en avión desde Bangkok o las más importantes ciudades de Asia y se caracteriza por esta espectacular geología que es accesible sólo en “botetaxis” desde Ao Nang, los que están dotados de motores ruidoso semejantes a un tractor o un V8. El viaje, 20 minutos desde Ao Nang, entre islitas selváticas de pequeñas protuberancias rocosas, antiguas y firmes, perfectas para trepar. En ellas encuentras una diversidad de flora y fauna increíble y tienes que tener muy claro de quiénes son los reyes del lugar, competidores imposibles de superar, que acompañarán tu aventura de alturas: los monos, trepadores por esencia, a los cuales nos detuvimos muchas veces a observar cada uno de sus movimientos y envidiable destreza en los acantilados. Ojo, que no se puede perder de vista los objetos personales, en especial el equipo, las galletas, el agua y la ropa, ¡o sea todo…! aunque nunca verán un mono con arnés o escalando con cuerda…

En este paraíso es posible disfrutar de fantásticos bulders, rutas con desplomes, cavernas, multipich, que van en diferentes niveles, desde 5, a ,b,c..hasta 7 y 8…de 100 y 180 mt. de altura… todo un menú que llevará al extremo tu energía y experiencia como escalador.
A este lugar vienen deportistas de diferentes partes del mundo, colores, leyendas… principiantes, niños, ancianos, superhéroes, de todo, que hacen de este lugar una escuela inolvidable en un rincón de Asia. Mucha gente llega por un par de semanas y termina quedándose meses, viviendo la experiencia de estar en uno de los mejores spot de escalada del mundo.

Entre los que acompañaron la aventura esta vez, estaban Enoa y Judith de Francia y Marc de Australia, excelentes amigos y diestros escaladores que hicieron de estas tres semanas un verdadero placer, en que cada día partía a las 8:00 de la mañana con un bufet de frutas, té ,café y litros de agua, que eliminábamos por el sudor constante producido por el tropical clima y que, sin darnos cuenta, finalizaba muchas veces con el sunset y un buen plato de comida tailandesa, perfecta para recuperar energías para la siguiente jornada. Durante tres semanas tomamos sólo cuatro días off y aunque terminábamos “empopeyados”, hasta no poder agarrar la botella de agua, nunca paramos de escalar, compartir, aprender y reír.

Existen diferentes lugares para hospedarse, desde cabañas al lado del mar o una simple carpa, que van desde los $6 dólares. No hay que olvidar el repelente y el bronceador, parte importante del equipo, los más baratos se venden en la playa de Tonsai. Con respecto a la comida, no hay problema, puedes encontrar de todo y por $2 dólares. puedes disfrutar de un buen plato de pastas o curries, frutas con cáscara en abundancia (papayas, cocos, mangos, naranjas, etc…). No es recomendable comer vegetales crudos, y el agua siempre envasada, esto es ley, de lo contrario pasaras tu tiempo en un sitio que no te será muy agradable.
Por: Leonardo Vergara.
Fotos: Colección Leonardo Vergara














