Ojo con las contracturas musculares!

Categoría: Consejos

¿Qué es y cómo evitar una contractura muscular?

Una contractura muscular es una “contracción mantenida e involuntaria del músculo o algunas de sus fibras” que aparece al realizar una actividad física inapropiada en intensidad o en función, como por ejemplo, cuando en el gimnasio levantamos más peso del debido o cuando retomamos la actividad física después de un largo tiempo de inactividad.

Para saber si tenemos una contractura muscular, podemos comparar nuestros síntomas con las manifestaciones clínicas clásicas de este tipo de lesión:

1) Dolor que comienza  durante o después del ejercicio, o bien, después de una jornada extenuante o estresante.
2) El dolor es de tipo difuso y/o generalizado en la zona del músculo contracturado.
3) El dolor aumenta durante la contracción del músculo y/o la elongación del mismo.
4) El dolor generalmente disminuye con el reposo.

Para prevenir una contractura, pueden seguir algunos consejos para antes, durante y después del ejercicio:

Antes del ejercicio: Es importante hacer un calentamiento previo que involucre ejercicios de movilidad articular, ejercicios de baja carga específicos de la actividad a realizar y ejercicios de tipo aeróbico de baja intensidad. Estos últimos, ayudarán a aumentar la temperatura del músculo generando una vasodilatación arterial (aumentando la circulación sanguínea muscular) que permitirá una adecuada entrega de oxigeno y metabolitos a la musculatura en cuestión.

Durante el ejercicio: Es necesario seguir un programa de entrenamiento que sea progresivo en intensidad y no intentar realizar actividades de sobrecarga sin estar preparado.

Después del ejercicio: Se produce un proceso de fatiga muscular debido a que moléculas de piruvato que no se alcanzan a utilizar, se transforman en ácido láctico que es la molécula causal de fatiga e indirectamente de dolor muscular. Para que esto no ocurra, se  recomienda  hacer una actividad aeróbica de baja intensidad con el fin de que el músculo termine por consumir las moléculas de piruvato restante y así disminuir el tiempo de ecuperación del músculo.

Por último, Una rutina de flexibilidad o elongación de las áreas sobrecargadas, ayuda a disminuir la distensión del músculo y facilita la recuperación del mismo.

Además siempre hay que tener en consideración que el consumo de líquido es fundamental para la transferencia intercelular de metabólitos por lo que se recomienda beber agua o cualquier bebida isotónica antes, durante y después del ejercicio.

Ahora bien, si ya estamos en presencia de una contractura, NO es recomendable tomar medidas como calor, hielo, masajes o fármacos ya que estos podrían llegar a ser contraproducentes para la lesión. Lo que se recomienda es ir al Médico o Kinesiólogo para  evaluar por que se produjo la contractura, de qué tipo es y en qué fase está, ya que con estos antecedentes se puede determinar cuáles serán las medidas a seguir.

Francisco Carrié Whittle.
Kinesiólogo Kinelab.
Magíster en Terapia Manual Ortopédica.
Diplomado en Dolor Facial; Dolor Cráneo-Cérvico-Mandibular.
02-9828904

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