El juego como herramienta para desarrollar tu cerebro

Categoría: Consejos

Nos gusta jugar, estamos hechos para jugar; necesitamos jugar. La principal escuela, la mejor forma de aprender es jugando. De niños nos significa grandes experiencias, que hoy son atesorados recuerdos-. El juego nos pone en contacto con nuestro “niño interior”, nos reta y desafía, pero por sobre todo nos activa desde lo más profundo de nuestro cerebro. Nuestro simple y básico cerebro reptiliano se activa con los retos, se motiva, y nuestra parte animal también. Tenemos un cerebro hedonista que nos mueve a alimentarnos de emociones y si son positivas, como las que nos genera jugar, mucho mejor.

Los juegos preparan al hombre y a algunas especies animales para la vida adulta, para la madurez. Algunos juegos, incluso, son importantes para la supervivencia de la especie. A mayor inteligencia de la especie, mayor es el tiempo de juego (Pablo Herreros, www.somosprimates.com, sociólogo y master en Primatologia).

Jugar al final de un día estresante puede resultar, además de reconfortante, muy saludable para desahogarnos y rebajar el estrés. Personalmente hago esto… y funciona.

La mente no distingue entre la realidad y ficción. Por esto es que el juego -más allá de gratificarnos y darnos momentos de disfrute-, funciona como entrenamiento de situaciones futuras. Al jugar damos lo mejor de nosotros mismos, somos auténticos, libres y fluimos.

Los momentos de juego son estimulantes, geniales, por sí mismos. Por el mero hecho de estar haciéndolo ya lo estamos pasando bien; nos da el espacio para probas distintas situaciones libremente, sin presiones u obligaciones. Frente a esto es que el fracaso forma parte del juego. El fracaso se vuelve divertido. Luego experimentamos y entendemos que los errores son para aprender y buscar soluciones; para mejorar, no para avergonzarnos, culparnos o juzgar a los demás. Son parte de un todo.

Jugar también nos ayuda a aprender mejor. ¿Cómo? Bueno: al hacerlo generalmente vamos generando momentos de sorpresa, y esto genera la secreción de dopamina, epinefrina y norepinefrina, que es la mezcla química del efecto aprendizaje. Luego la información se sintetiza -procesa- en el cerebro mientras dormimos -REM-; esto no puede suceder si previamente no se ha segregado estas sustancias.

Incorporar el juego, para ponérnoslo más fácil en determinadas situaciones de trabajo o estudio, ¿no crees?

Cundo jugamos, lo pasamos bien, segregamos endorfinas, sentimos cierto placer y bienestar. Estos son neurotransmisores que disminuyen la ansiedad, y nos ayudan a experimentar sensaciones de bienestar general. Como los opioides, similar a la morfina o heroína, las endorfinas consiguen su poder analgésico., ya que hacen que las señales de dolor no lleguen al cerebro. Reducen el dolor, mejoran el humor y proporcionan calma, tienen un efecto anti- edad ya que retrasan el proceso de envejecimiento, potencian el sistema inmune y contrarrestan los niveles elevados de adrenalina relacionados con la ansiedad. Contribuyen a un maravilloso estado de bienestar.

Captura de pantalla 2017-02-26 a las 10.33.03

Ahora, está claro: debemos incorporar el juego en nuestra vida adulta (y sin duda en los niños y jóvenes). En nuestro trabajo, estudio y sobre todo en nuestros entrenamientos deportivos.

Potencia nuestro aprendizaje, nos generara activación del circuito de recompensa, disminuye la ansiedad, stress, nos relaja… y nos enseña. ¿Cómo incorporarlo a nuestra vida? Acá un par de ideas o estrategias:

  • Celebra los éxitos, los fracasos, y todo lo que puedas: Como dice ValentíSanjuana veces se gana, otras se aprende”, y en ambas podemos sacar cosas en limpio y celebrar por esto. Mientras se aprenda, todo es un logro, es ganancia. Alegrarse por los buenos acontecimientos vividos, por lo aprendido y avanzado. Celebrar los triunfos -propios o de otros- , activa nuestro sistema de recompensa.
  • Disfruta con lo que te gusta: Dedícale tiempo y profundiza en las actividades que te agradan, con esas que gozas de verdad.
  • Evita el SFA (Síndrome de felicidad aplazada): Si te gusta hacer algo, inclúyelo en tu rutina, no esperes a “un buen momento”. No siempre encontramos estos momentos… no pospongas tus momentos de felicidad, que en el fondo es lo que vale la pena del día a día.
  • Refuerzo positivo: Prémiate -y a otros también- cuando consigas cosas que hayan significado esfuerzo y sacrificio o consigas superar un reto. Puede ser en un juego, estudios, trabajo, deportes. Este refuerzo nos potencia el ya endorfinico logro alcanzado, y activa nuestro sistema de recompensas.
  • Juega en equipo: con tus amigos, familia, compañeros del trabajo, para compartir momentos de juego. Reírse en conjunto, fuera de ser entretenido, cohesiona al grupo (y así podemos generar un Equipo). Introduce el juego en tus interacciones; no todo es ir al cine, tomar una cerveza o algo más. JUEGA.
  • Juega, aunque sea 5 minutos al día: Date tiempo para el juego, el celular, la Xbox o play, con el perro o más aun con tu hijo… utiliza y estimula tu imaginación.

Corolario: vamos a jugar!

Quieres aprender más y mejor; incorpora el juego a tu estudio (o como profesor).

Quieres generar equipo, JUEGA. Bueno, haciendo esto me gano la vida parte del año con las empresas y organizaciones.

Quieres optimizar y entrenamiento: deja la rutina y fomedad y JUEGA.

Publicaciones Recomendadas

Publicaciones Recomendadas

Comentarios

comentarios

Publicaciones Populares

0

Buscar..