Escalar con mascarilla: Consideraciones y creencias

Categoría: Consejos

Por: Pablo Llanos

Debido a la pandemia diferentes medidas se han tenido que aplicar a los espacios comunes, incluyendo a los gimnasios de escalada. Medidas como aforo restringido, distanciamiento físico, aseo constante y el uso de mascarilla se han hecho necesarias para poder funcionar de manera segura. Esta última en particular ha generado un extenso debate sobre su uso al hacer deporte, desatando diferentes creencias sobre el riesgo que presenta su uso al hacer ejercicio, pero ¿qué tan cierto tiene todo esto? En este artículo se describirá la utilidad de la mascarilla y los efectos que tiene su uso al hacer ejercicio.

Uso de mascarilla en espacios comunes

La mascarilla ha sido una de las principales medidas que se adoptó para poder controlar de alguna manera los contagios por COVID-19 (figura 1), evitando la propagación del virus en espacios comunes junto a otras medidas como lo son el distanciamiento físico y el aseo constante.

Figura 1. Utilidad del uso de mascarilla en la propagación viral, filtrando las partículas en su gran mayoría junto a una disminución de la velocidad de propagación de estas durante la exhalación.

Por lo mismo se han tenido que adoptar estas medidas a la hora de hacer ejercicio en espacios comunes, lo cual se ha tenido que aplicar también en los gimnasios de escalada para que puedan funcionar.

Esto es un factor importante a considerar, ya que el mantener abiertos este tipo de espacios es crucial para la salud, tomando en cuenta todos los beneficios que tiene realizar ejercicio para el bienestar físico y emocional (incluyendo a nivel inmunológico), y lo difícil que ha sido volver a hacer deporte, sobre todo con las medidas que se han tomado a nivel país.

Consideraciones generales del uso de la mascarilla al realizar ejercicio

El uso de mascarilla al ejercicio en personas sanas no ha demostrado provocar alteraciones significativas a nivel de gases arteriales, por lo tanto, los niveles de presión arterial de oxígeno (PO2) y de dióxido de carbono (PCO2) permanecerían dentro de rangos normales y no patológicos, aunque sí puedan tener un cambio mínimo en algunos casos, sin presentar un riesgo. Incluso no se han podido detectar alteraciones a nivel de intercambio gaseoso dentro del pulmón.

Un punto importante a considerar es la resistencia que entrega la mascarilla al flujo respiratorio, característica clave que no solo permite una filtración eficiente de partículas al botar el aire durante la exhalación, sino que también disminuye la velocidad de estas (fig. 1). Las mascarillas vienen con una resistencia límite, lo que no impide el flujo de aire necesario para respirar (disminución tope de presión <1 cm H2O), teniendo efectos nulos en el trabajo respiratorio.

Se ha visto que puede existir reinhalación mínima del CO2 que uno espira (menor del 1%), pero estos estudios miden el contenido dentro de la mascarilla, no el contenido real que llega a las vías aéreas, donde la cantidad de CO2 sería menor y la de O2 mayor de lo que se cree, lo cual tampoco es suficiente para causar algún problema real a nivel fisiológico. Hay que considerar que en muchos de estos estudios se han utilizado mascarillas N95 o de características similares, que representan un mayor nivel de filtrado y resistencia de partículas en comparación a mascarillas más simples (como la quirúrgica).

Tampoco se ha visto que logre alterar de manera significativa parámetros cardiovasculares ni respiratorios, como lo son el gasto cardiaco o el trabajo ventilatorio, lo cual no lograría alterar la frecuencia cardiaca/respiratoria, presión arterial, saturación de oxígeno, entre otros.

En ejercicio extenuante y de alta intensidad (trabajos cercanos al máximo de capacidad aeróbica) si podría tener un efecto mínimo de manera aguda relevante considerando lo anterior, pero aun así no ha demostrado ser dañino en estos casos ni disminuir de manera significativa el rendimiento. Otro punto a considerar es que poca gente entrena a este nivel de exigencia máxima y vigorosa, y menos cuando se va a escalar de manera recreativa a un gimnasio, donde el nivel aeróbico de exigencia va de leve a moderado, por lo tanto, no debería presentar ningún problema.

Por lo tanto, entrenar con mascarilla no genera hipercapnia, hipoxia, retención de CO2, ni mucho menos es dañino. Ni siquiera las mascarillas diseñadas para simular hipoxia y trabajo de alta montaña (fig. 2) logran provocar este efecto o algún tipo de adaptación real a nivel cardiorrespiratorio (incluso algunos autores no recomiendan el uso de este tipo de mascarillas para entrenamientos de fuerza), donde solo tendrían algunos efectos de adaptación en los músculos respiratorios.

Fig. 2. Mascarilla diseñada para simular entrenamiento en altura.

Todo lo anterior se ha visto en población sana, donde el cuerpo es capaz de compensar y adaptarse a estos cambios mínimos sin provocar algún tipo de problema, pero en personas con alguna condición cardiovascular o que tengan alguna patología respiratoria severa se aconseja tener supervisión individualizada, donde de por sí el ejercicio podría causar algún tipo de problema en caso de que esta condición no esté controlada.

Posibles efectos de la mascarilla al entrenar

Se han descrito varios efectos que se pueden dar al realizar ejercicio utilizando mascarilla, donde la disnea (sensación de ahogo o falta de aire) se podría considerar el más significativo al momento de entrenar, lo cual podría verse acentuado en algunas personas.

Esto se podría deber a varios factores, uno de ellos es la incomodidad propia del uso de la mascarilla, el cual va a depender de la costumbre que tenga la persona al entrenar con ella puesta, al tipo de mascarilla o incluso al uso cotidiano que tenga. Otro factor que contribuye a esta sensación de incomodidad y falta de aire es el aumento de temperatura y humedad local dentro de la mascarilla, lo cual podría sofocar a algunas personas. Incluso en casos puntuales se ha visto que algunas personas pueden tener episodios de ansiedad o sensaciones similares a episodios de claustrofobia, atribuibles a los efectos mencionados anteriormente.

Otros efectos son aquellos asociados al uso prolongado de mascarilla (>4 hrs), lo cual es común en personal sanitario donde tienen que utilizar varios tipos de mascarillas (como KN95 y N95 que ofrecen una mayor filtración y sellado), entre otros elementos de protección personal (EPP), sin contar el estrés al que están sometidos. Estos se han descrito como reacciones adversas a la piel (como dermatitis, irritación local, entre otros), dolor de cabeza, mareos, además de los posibles efectos anteriormente mencionados.

La buena noticia es que existen diferentes maneras para evitar este tipo de efectos poco agradables, los cuales son sencillos de realizar ya que representan efectos agudos de fácil manejo.

Recomendaciones

1) La transpiración y humedad puede afectar la eficacia en el filtrado de partículas de la mascarilla. Por esto se recomienda el uso de mascarillas con mejor respirabilidad (las mascarillas de tela podrían ser una opción válida, mientras cumplan estándares básicos de seguridad) y también tener una mascarilla de recambio en caso de que la transpiración sea mayor (sobre todo si se está en un espacio cerrado con más gente).

2) En caso de algún tipo de malestar asociado a la mascarilla se recomienda respirar entre 1 a 5 minutos sin esta (cuando sea estrictamente necesario), siempre y cuando se encuentre en un ambiente que lo permita , manteniendo una distancia física mayor a la recomendada en todo minuto, estando lejos del resto. Nuevamente, solo cuando sea estrictamente necesario.

3) Al momento de remover la mascarilla se debe hacer desde las tiras sin tocar la parte de adelante, con el lavado de manos respectivo.

4) Se recomienda entrenar de a poco y gradualmente con mascarilla para acostumbrarse a su uso, así tolerar de mejor manera el escalar con la mascarilla puesta.

5) Preferir siempre mascarillas que se ajusten bien al rostro. Esto evita en gran medida el filtrado de partículas, junto a la conducta de acomodarse la mascarilla, lo cual representa un riesgo sin el lavado de manos adecuado.

6) A pesar del uso de mascarilla, igual se debe mantener la distancia pertinente (mayor a 1 o 2 metros como mínimo), un aseo constante de manos, junto a las medidas que cada lugar estime conveniente.

6) Evitar el uso prolongado de la mascarilla al entrenar (>4 hrs), así evitar los efectos mencionados anteriormente.

7) Las mascarillas con válvula exhalatoria aún están en estudio, ya que podrían permitir que el virus pase por la válvula, generando una falsa sensación de seguridad y poniendo en riesgo a la gente cercana.

Consideraciones finales

A pesar de la incomodidad y algunos efectos no deseados, el uso de la mascarilla es seguro y no genera daño alguno en población sana. En personas con alguna condición de base, estos cambios mínimos si podrían representar algún tipo de problema, pero hay que considerar que incluso el ejercicio sin dosificar de manera correcta podría generar un problema en estos casos. Para esto es muy importante mantener un contacto directo con el profesional a cargo.

Por lo tanto, a menos que seas un atleta élite teniendo una sesión de entrenamiento con una intensidad máxima o alguna persona con alguna condición de base, no deberías tener problema alguno al escalar con mascarilla.

Finalmente, debido a la dificultad de los gimnasios y muros de escalada para permanecer abiertos por las normativas sanitarias, es crucial que las personas que utilizan estos espacios cumplan con las medidas de cada lugar, ya que esto permite que sigan funcionando sin ningún problema.

Para cualquier duda o consulta al respecto, se recomienda siempre acudir a un profesional, sobre todo en caso de presentar alguna condición de base.

Pablo Llanos A.

Kinesiólogo Universidad de Chile.

Comisión de difusión de Sociedad chilena de Kinesiología Musculoesquelética (SoKime)

Bhanga Climbing

Chile Climbers

IG: @kine.pablollanos

Bibliografía complementaria

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