Hidratación segura parte 1

Nuestra actividad en montaña (o cualquier otra al aire libre) está íntimamente ligada a la buena hidratación, por lo que es vital  contar con un suministro de agua adecuado. Tener un buen estado de hidratación es fundamental para poder mantenernos funcionando al 100% de nuestra capacidad; una disminución de tan solo un 3% de nuestra agua corporal total es suficiente para que nuestra capacidad física se vea notablemente mermada. Necesitamos un suministro asegurado de agua de 4 a 5 litros por día por persona; para ello contamos muchas veces con el dato de quienes ya conocen la ruta que transitaremos (lugareños, compañeros de expedición, guías), pero nadie puede asegurarnos que sea seguro beber lo que encontremos en esas fuentes. El  «Nunca le pasa nada a nadie» no nos asegura tener la misma suerte.

Los peligros asociados al consumo de agua obtenida de fuentes naturales se deben a la contaminación de estas por agentes patógenos biológicos bacterianos (Salmonella, Shigella, Escherichia coli), virales (enterovirus en general) y parásitos (Giardia, Cryptosporidium y Cyclospora) y a químicos de diversa índole y procedencia. Los vectores (agentes que transmiten a los patógenos) son la fauna local, animales introducidos por el hombre como durante las veranadas y los desechos dejados por nuestro propio paso por estos parajes.  Náuseas, vómito, diarrea , fiebre aparte de ser reales amenazas a nuestra salud, pueden arruinar cualquier salida, por corta que sea. Así que ¡es importante aprender a usarla de manera segura!

Agua Potable
Para considerar el agua segura para nuestro consumo, debe ser potable. Esto NO significa que el agua sea estéril (libre de todo patógeno), sino que la cantidad de estos elementos en ella (incluyendo material particulado que la enturbie) no constituyen un riesgo para el consumo humano, al menos en lo inmediato. Debemos tener presente que las concentraciones de minerales, pesticidas, fertilizantes, antibióticos y otros contaminantes del agua en general no afectarán nuestra salud si no usamos más que esporádicamente una fuente que los contenga, pero el consumo repetido indudablemente nos afectará.

En relación a los patógenos biológicos que nos preocupan del agua son básicamente bacterias, virus y protozoos (parásitos). Los métodos para deshacernos de ellos los podemos agrupar en «standard o seguros» e «improvisados o de emergencia», siendo los primeros los que nos den agua potable y los segundos métodos para disminuir al mínimo posible la carga de patógenos sin asegurarnos en un 100% su eliminación a niveles aceptables.

En la siguiente entrega señalaremos en detalle los distintos métodos para hacer más pura el agua que encontramos en la montaña.

Por Claudio Fierro, médico, montañista y fotografo.
http://www.claudiofierro.me/