¿Cómo se prepara un ocho mil?

Categoría: Consejos

En septiembre del 2019, Rodrigo Yaitul alcanzó su primera cumbre con más de 8 mil msnm: el Monte Manaslú, la octava más alta del planeta. Actualmente, este apasionado montañista está en busca de auspicios y apoyo para ir por otra más: el Makalu. Además de recursos financieros, en este artículo Yaitul nos cuenta que otros aspectos hay que preparar para llegar a la cumbre de un ocho mil.

Por Rodrigo Yaitul

Soy Rodrigo Yaitul y hace 3 meses realice mi primera montaña de mas de ocho mil metros sin el apoyo de sherpas ni el uso de oxígeno suplementario. Se trató del Monte Manaslu y sus 8163 metros sobre el nivel del mar. Con 38 años, conseguí entrar en la historia del montañismo nacional y estar dentro de los 15 montañistas que han logrado cumbre en esta modalidad.

En Valdivia, mi ciudad natal, conocí a los 11 años lo que sería una de las actividades mas importantes de mi vida. Desde pequeño muy independiente, tomé la decisión de entrar a un grupo de scout y comencé a disfrutar de las actividades outdoor. Pasaron los años y continué realizando mi pasión por las montañas.

En Santiago entendí que debía avanzar en conocimiento y experiencia, por lo que busqué nuevos objetivos. Quise hacer del montañismo una forma de vida para lograr llegar donde, en ese entonces, sólo podía llegar soñando. Publicista de profesión, decidí dejar todo para dedicarme de manera profesional a la actividad de montaña hace 4 años, lo que me llevó a Perú y Bolivia para seguir aprendiendo y mejorando mi currículum.

Rodrigo Yaitul en la expedición de Monte Manaslu, su primer ocho mil.

Mi carrera deportiva se fue abriendo paso poco a poco y con los años me convertí en un montañero con trayectoria, con mucha perseverancia y compromiso. Alcancé cumbres de renombre en Sudamérica como el Volcán Ojos del Salado (6893 msnm) en Chile, el monte Aconcagua (6962 msnm) en Argentina, el Volcán Sajama (6542 msn) e Illimani (6460 msnm) en Bolivia. En este último país actualmente hago guiados hace más de 3 años.

Cumbre de la montaña Illimani en Bolivia. Foto por Rodrigo Yaitul.

Recientemente, en septiembre de 2019, entré en la historia del montañismo chileno al conseguir cumbre en el Monte Manaslu (8163 msnm): la octava cumbre más alta del mundo. Un proyecto que tomó meses de planificación, entrenamientos y mucho compromiso. Actualmente estoy consiguiendo los auspicios necesarios para ir por mi segundo ocho mil: Makalu el segundo semestre de este 2020. Para esta expedición es muy importante contar con el apoyo financiero de marcas y empresas, pues es un proyecto que requiere muchos recursos y preparación de diferentes tipos.

¿Cómo se prepara un ocho mil?

Campo 3 del Monte Manaslu. Foto de Rodrigo Yaitul.

Es importante ser realista a la hora de plantearse objetivos de montañas de alto riesgo. Hay que preguntarse si estoy comprometido con el proyecto y si cuento con la experiencia y los recursos tanto físicos, como humanos y económicos para emprender tan compleja misión.

Luego, viene la planificación y la logística. Hay que definir cuál será la cumbre y en qué temporada. Una vez que la elegimos, empieza el proceso de ver los costos que conlleva este tipo de expediciones que duran, por lo bajo, 40 días.

Los costos incluyen, por un lado, logística: alimentación, traslados al campo base, permisos de ascenso, alojamientos, pasajes. Otro factor muy importante y costoso es el equipo técnico, una inversión que comprende un traje de pluma, botas de expedición, sacos de dormir para -40ºC y otros implementos.

Cuando todo está definido viene la investigación del ocho mil elegido. Para hacerlo hay diferentes formas bastante básicas como buscar información en internet, contactarse con montañistas que hayan realizado la expedición en el pasado, usar las redes sociales para contactar montañistas que se encuentren en la zona o que tengan planificado ir. No son muchos los atletas nacionales que han conseguido realizar una cumbre en montañas de esta altitud, por lo tanto a nivel deportivo siempre va a ser interesante intentarlo.

Otro costo importante es el de los entrenamientos durante todo el proceso hasta la fecha de partida. Es importante recalcar que un plan de trabajo físico a full es obligatorio. Sin preparación sería imposible subir una montaña de más de 8 mil metros sin el apoyo de sherpas ni oxígeno suplementario. La disciplina y el compromiso son ingredientes obligatorios para realizar la expedición de manera segura y responsable.

Entrenamiento físico

Una de las cosas fundamentales que tuve que aprender fue la disciplina, y para eso comencé a entrenar en abril del 2019, entendiendo que la actividad de montaña es un deporte de alto rendimiento que debe ser ejecutado de manera responsable. Para el Manaslú y actualmente, entreno 3 veces a la semana desde las 5:30 a las 8:00 am. El entrenamiento combina ejercicios de fuerza, flexibilidad, movilidad articular, entrenamiento funcional, orgánico, junto a algunos elementos del crossfit.

Dentro de los beneficios encontramos: mejoramiento de los niveles de fuerza muscular y fortalecimiento de las cualidades orgánicas (aeróbicas  y anaeróbicas).

El encargado de mi preparación es Mauricio Pavez, parte importante en mis logros deportivos. En un período de 6 meses antes de partir a Nepal en septiembre del 2019, él logró dejarme con la condición física necesaria para subir sin problemas y tener una recuperación rápida.

Además de contar con mi preparador físico, realizo subidas a cerros en la zona central como el Pintor, expediciones al norte (Volcán Ojos del Salado) y otras rutas más.

También es importante mantener un cuidado especial con las lesiones, para lo cual es conveniente contar con un equipo kinesiológico que se preocupe de la recuperación de estas lesiones.

Rodrigo Yaitul en la cumbre del Aconcagua.

Entrenamiento mental

La actividad de montaña tiene la capacidad de trabajar la mente a niveles increíbles, es por este motivo que en cada expedición sigo aprendiendo a tomar mejores decisiones. El cuerpo se va adaptando debido a que tiene memoria muscular y con eso es posible seguir caminando cuando se encuentra agotado. Una las cosas que hago mucho para fortalecer mi mente es realizar rutas en solitario a algunas montañas (con esto me preparo para todo tipo de imprevistos, minimizo el riesgo al máximo).

También es recomendable contar con el apoyo de un psicólogo deportivo. Muchas veces en nuestros metros finales es donde debemos ser capaces de doblegar el agotamiento físico y mental, donde recuerdas todo el sacrificio que conllevó llegar a esas altitudes. Un psicólogo deportivo durante los meses de preparación te puede ayudar a desarrollar de mejor manera tu confianza y tu capacidad de lucha.

Otro factor que no debemos dejar de lado es contar con el apoyo familiar, el cual muchas veces es el pilar para mantener nuestra mente concentrada en el proyecto. Son quienes te están motivando constantemente a seguir luchando. Algo que nunca deben olvidar es aprender a tener paciencia una vez que se encuentren en la montaña. Tomar las mejores decisiones de ascenso te aseguraran el éxito y regresar a tu hogar en optimas condiciones.

Campo Base Manaslu. Foto por Rodrigo Yaitul.

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